El Impact Hub Madrid de Piamonte acogió el evento “Amarradas: el camino de un corto a los Goya”, organizado por la residencia de mujeres cineastas Coofilm.

Guadalupe Arensburg, Directora del Departamento de adquisición de cortometrajes de Movistar+, nos contó sobre qué tiene que tener un cortometraje para interesar a la plataforma.

En la gran pantalla del auditorio del Impact Hub Piamonte, un bebé de tonos morados abandona la placenta y empieza a llorar. Llora hasta engancharse al pecho materno, para descansar después en la calidez de una playa que resuena con una melodía compuesta por Fryluka Musical. Las lágrimas ahora brotan del otro ser, el ser anterior que -del mismo modo que lo representa Carmen Córdoba- en una suerte de acto cósmico, alumbró el amarre eterno.

Ahora retrocedamos un poco en el tiempo.

A las seis y media de la tarde del pasado 18 de enero, comenzó el encuentro “Amarradas: el camino de un corto a los Goya”. Sara Bamba, cineasta fundadora de la productora Helsinki Films, llevó a cabo la mediación de la jornada, presentando a las dos profesionales que nos ilustraron con sus ponencias: por un lado, Guadalupe Arensburg, Directora del Departamento de adquisición de cortometrajes de Movistar+; y por otra parte, Carmen Córdoba, directora y productora de Amarradas, cortometraje nominado a los Premios Goya en la categoría de Mejor Cortometraje de Animación.

Bamba resaltó el mérito y la dificultad de autoproducir una pieza audiovisual ya que así fue cómo Carmen, con su productora La Chula Films, sacó Amarradas adelante -del mismo modo lo hizo con su primer trabajo, Roberto-. Este cortometraje ha tenido un largo y ejemplar recorrido. Tal y como nos contó Córdoba en su presentación, el proyecto fue incubado en Next Lab y en nuestra propia residencia de mujeres cineastas Coofilm. Ganó el Premio Movistar Plus+ a Mejor proyecto de cortometraje en Weird Market 2021 y un año después, fue estrenado en este mismo espacio. Actualmente, Amarradas ya cuenta con 25 selecciones en festivales y ha obtenido siete premios.

La primera ponencia fue la de Arensburg. La profesional de Movistar+ profundizó en una serie de aspectos sobre la política de adquisiciones y coproducciones de Cortometrajes de la plataforma. Movistar+ compra entre 100 y 120 cortometrajes por año de una duración máxima de 20 minutos. Dentro de esta bolsa entra un año de licencia para cortos extranjeros y seis meses para españoles. Además, Guadalupe Arensburg acompañó su ponencia con fragmentos de distintos cortometrajes de animación y ficción de Movistar+.

Tras finalizar esta primera ponencia, se inició el visionado del cortometraje de Carmen Córdoba: Amarradas. Es en este momento cuando escuchamos el llanto del que hablamos en las primeras líneas de este texto. En la pantalla vemos cómo unas manos ajenas cortan el cordón umbilical que une a madre y criatura, pero también cómo el vínculo se extiende hasta en la lejanía física, a través del símbolo de unos brazos de protección materna. Dice la sinopsis: “Madre e Hija están amarradas de por vida por un vínculo eterno que sana y que hiere y que perpetúa cuando Hija se convierte en Madre”. Con Amarradas iniciamos un viaje de diez minutos en el que los símbolos, los colores y los objetos confeccionan un universo propio de significados, pero que se extiende hasta tocar la individualidad de lxs espectadorxs.

Por último, Carmen Córdoba nos relató el camino que la condujo hasta la gran noche del cine español. En el año 2012, esta cineasta dio un giro a su carrera profesional: tras ocho años de experiencia como Ingeniera Informática en el sector de las TIC, Córdoba se marcha a Barcelona para formarse en la PepeSchoolLand. Desde ese momento, se dedica a la que realmente es su gran pasión: contar historias a través de la animación.